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Cómo infundir confianza a nuestros hijos

Según los expertos:

«Hay que estimular su sentido del humor y enseñarles a soñar»

(Jesús García Pérez. Presidente de la Sociedad Española de Pediatría Social)

«Hay cuatro pautas que deben seguir los padres para transmitir confianza y bienestar a un niño: fomentar la autoestima; valorar su aptitudes, aceptándole como es; estimular su sentido del humor; y enseñarle a soñar. Se debe construir su autonomía teniendo como base el amor, el cariño, la solidaridad, el respeto y la tolerancia. Los padres deben guiarles; nunca ponerles una meta, pero sí advertirles de que la travesía está llena de baches, que solo resolverán si hemos desarrollado en ellos suficiente confianza».

«Tienen que cometer sus propios errores»

(Andrew Rattue. Director del colegio King’s College Madrid)

«Los colegios juegan un papel fundamental, junto con los padres, en crear autoconfianza. Es natural cometer errores, los niños necesitan equivocarse y ser apoyados para hacerlo de forma diferente la próxima vez, porque así aprenden a ser independientes y a hacer frente a los retos. El colegio debe ser una experiencia enriquecedora y global, que fomente el logro académico y el carácter.

Una de las cosas más valiosas que un padre puede hacer es pensar en sus hijos a largo plazo. Para tener una carrera profesional exitosa necesitas tener voluntad, ser fuerte e imaginativo. No solo cuentan los resultados académicos. Hay que estar dispuesto a arriesgarse y no permitir que el miedo al fracaso te inhiba. Nosotros perseguimos evitar el efecto padre helicóptero, que los niños están asfixiados por adultos sobreprotectores que nunca les permiten actuar por su cuenta y cometer sus propios errores».

«Debemos prepararlos para el cambio y la incertidumbre»

(Javier Urra. Dr. en Psicología y Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid de 1996 a 2001.

«Los hijos captan lo que ven y, en ese sentido, el equilibrio y la seguridad de los padres es esencial. Hay que estar abiertos a sus preguntas y transmitirles nuestra confianza en su responsabilidad y en sus decisiones supervisadas. Vivimos en un mundo que exige preparar a los niños para el cambio y la incertidumbre. Eso conlleva plantear distintos escenarios y entrenarles en habilidades para que sepan dar respuesta a los dilemas, hacerles conscientes de que cualquier decisión conlleva consecuencias. El mundo no es 100% previsible ni seguro. La educación debe forjar un carácter para manejarse en distintas circunstancias y tener capacidad de anticipación».

«A veces les empujan a una competitividad malsana»

(Jesús Jarque García. Orientador, máster en Psicología y Gestión Familiar. Autor de Familiaycole). (www.familiaycole.com).

«En los adolescentes, el principal miedo es no sentirse aceptado por el grupo. En los niños, que les ocurra algo a sus padres o que tengan que separarse de ellos. Muchos temen defraudarles como estudiantes. Desgraciadamente, algunas familias les empujan a una competitividad malsana, que les genera estrés y temor. Los profesionales tenemos el reto de facilitar pautas efectivas».

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«Las bases emocionales se ponen en la primera infancia»

(Carmen Franco. Pedagoga y orientadora familiar, especialista en Psicología infantil).

«La seguridad emocional no es innata, sino adquirida. El niño cuando nace es un ser indefenso, inmaduro y dependiente, que requiere del acompañamiento de los padres para madurar, tener seguridad y autonomía. Las bases de la seguridad emocional se ponen en la primera infancia. Para forjarlas, los padres deberán llenar la mochila emocional de los hijos de amor, límites, normas, tiempo de calidad, estímulos, elogios, valoración de su identidad y herramientas de autonomía, en definitiva, de recursos para manejarse en la vida.

La inseguridad en uno mismo le puede acompañar a lo largo de la vida si no se abordan las causas que la generan. Los problemas emocionales no se disuelven: o se arrastran o se resuelven. Pero podemos aprender, cambiar y mejorar».

«La conducta de los progenitores es un espejo»

(Mar Milán. Coach educativo de Creantium) (www.creantium.com).

«Un entorno de confianza y comunicación es la base para que se desarrollen, se muestren como son y se atrevan a ir más allá de sí mismos y de sus miedos. En nuestro afán por tener niños perfectos, menospreciamos la importancia del juego, que es el método más eficaz de aprendizaje. Y no hay que olvidar que la conducta de los padres es siempre un espejo en el que se miran. Nadie está preparado para lo inesperado, pero la sobreprotección no les hace bien. En ocasiones, no dejamos que se frustren y les damos todo demasiado fácil o no les ponemos límites. Ceder frente a ciertas situaciones lleva a crear hijos tiranos, privándoles de aprendizajes útiles y generándoles la falsa creencia de que el mundo se adaptará a lo que quieran».

«Deben entender que ciertas normas no son negociables»

(Nora Rodríguez. Pedagoga y autora de ‘Educar niños y adolescentes en la era digital’).

«Es fundamental no asustarles cuando son pequeños utilizando la estrategia del miedo. Se les debe dar confianza a través de directrices claras, hacerles entender que ciertas normas no son negociables y ayudarles a reflexionar. Los tratamos como robots, con interminables tareas, pero nos olvidamos de dejarles pensar. Tenemos que sacarles de las pantallas, estimular su pensamiento y, sobre todo, estar con ellos y charlar. Si no, cómo vamos a liberarles de sus miedos».

Fuente:Mujer Hoy

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